Una boda en una casa indiana en Barcelona

Hooola! ¿Readies para ver una chulada de boda en una casa indiana en Barcelona? ¿Si? ¿Estáis todos? Venga que empezamos!

¡Qué ganas teníamos de volver al blog para enseñaros las bodas de esta temporada! Y es que hemos hecho cosas bien chulas este año y os las tenemos que enseñar todas!!!

Así que hoy arrancamos con una boda que hicimos hace muy poco, en octubre, la boda de Bego y Marçal en una casa indiana cerca de Barcelona.

Somos fe-li-ces cuando nuestras parejas de novios nos piden una estética moderna en la decoración y un espacio atípico y poco convencional. Nuestra propuesta para ellos fue el Castell de Ben Viure. Este venue es una impresionante casa de estilo indiano construida en 1928 por Rafael Bufill, quien quiso reproducir un pedacito de su Habana natal. Una de las singularidades de esta casa rosada tan ideal es que cuando atraviesas esa fachada espectacular te encuentras una sorpresa: su interior está vacío; ni puertas, ni ventanas… nada; ni electricidad!  Y justamente esa fue la clave: los salones vacíos de la casa y ese aire decadente nos dió la oportunidad de transformarlo todo desde cero (esas cosas que tanto nos gusta hacer…). Cuando un proyecto en el que diseñamos y hacemos estilismo tiene un espacio que es un lienzo en blanco es donde mejor desarrollamos nuestra creatividad.

La ceremonia fue en el jardín, y para ello diseñamos con el equipo de Molist Floristes una deco floral de estilo boho con pampas y hojas secas combinadas con flores frescas de otoño.

Para el cocktail creamos espacios chillout con sofás y piezas auxiliares. Entre palmeras, musiquita de fondo, con un buen vino y saboreando las cosas tan ricas que prepara el equipo de Airolo Catering… quién no quiere estar en ese cocktail, quién?

Uno de los spots que más triunfó fue el seating plan. Nuestra propuesta fue una composición de recipientes de cristal y barro con damajuanas de la casa de pueblo de los novios con caligrafía para el listado de mesas. Nos encantan los elementos naturales y sencillos para este tipo de sets.

A medida que se hacía de noche la iluminación jugaba un papel muy importante, realzando la singularidad del edificio y creando un efecto muy distinto a la primera parte de la boda.

Los invitados a-l-u-c-i-n-a-b-a-n con cada espacio que iban descubriendo a medida que avanzaba la boda… Como la espectacular haima que instalamos en la terraza y que fue la gran estrella de la cena.

Bajo ella, combinamos mesas rectangulares y redondas vestidas con manteles color piedra para neutralizar y así poder resaltar otros tonos, como el de las sillas de mimbre oscuro o el verde inglés de las servilletas. Con las piezas ideales de Abanik siempre hacemos combinaciones superchulas para los sets de mesa de nuestras bodas. Nos gusta cuidar cada detalle y hacer que el diseño de nuestras mesas sea especial. No nos digáis que no apetece sentarse a cenar en estas mesas!

Abrimos la fiesta con un grupo de música en directo que empezó a calentar motores para lo que venía luego, el fiestón a manos de Quim Clark en los platos. Kamal se encargó de que la iluminación y el sonido fuese brutal. Esa noche bailaron todos como locos y nosotros nos fuimos de aquel party felices de ver a Bego y Marçal on fire!

Os dejamos con los fotones (os van a encantar!) del crack de Robert Marcillas, un gustazo trabajar contigo, Robert! Y con todo el equipazo que tuvimos la suerte de tener con nosotros en esta boda tan guay.

Gracias a todos, sois TOP!